Por Bárbara Gómez
Fuente:Cubahora.com
Este 12 de junio se conmemora otro Día Mundial contra el Trabajo Infantil, según estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- y la ONU, cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos a tiempo completo.
Ellos no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar, muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados, se les niega la oportunidad de ser niños y más de la mitad están expuestos a las peores formas de trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de labores forzosas, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.
TRABAJO INFANTIL, Y LOS DERECHOS HUMANOS:
Es preciso adoptar una perspectiva de derechos humanos para entender mejor el problema, ya que se centra en la discriminación y la exclusión como factores que contribuyen al mismo.
Los grupos más vulnerables en relación con el trabajo infantil suelen ser los que sufren discriminación y exclusión: las niñas, las minorías étnicas y los pueblos indígenas y tribales, las personas de clase baja o de una casta inferior, los discapacitados, las personas desplazadas y las que viven en zonas apartadas.
TRABAJO INFANTIL Y LA POBREZA:
La pobreza y las crisis económicas desempeñan sin duda una función importante, si no un papel clave, para determinar el mercado de trabajo infantil. A su vez, este último contribuye a perpetuar la pobreza, sin embargo, la pobreza no basta para explicar el trabajo infantil, y desde luego no explica algunas de las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil.
Este año, la OIT, con el lema ¡NO al trabajo infantil- SÍ a una educación de calidad!, centrará su atención particularmente en la importancia de una educación de calidad como un factor clave en la lucha contra el trabajo infantil; es el momento oportuno para hacerlo ya que en 2015 la comunidad internacional examinará las razones de la incapacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo respecto a la educación y establecerá nuevos objetivos y estrategias.
En tanto, cuando el bienestar pleno de los menores resulta una quimera para numerosos países, en Cuba —como ejemplo de sociedad equitativa— muestra encomiables resultados y el reconocimiento internacional por el resguardo de sus niños.
Educación, salud, alimentación, seguridad social, familia, cultura, deporte, leyes, entre muchas otras áreas, son las que el Gobierno y las instituciones del archipiélago cubano combinan con energía, alegría e iniciativas para garantizar el disfrute de los derechos de sus infantes.
Los niños siempre conquistan el corazón de los pueblos, decía Fidel, y esa verdad se hace realidad una vez más cuando este viernes, entre juegos, canciones, bailes y las travesuras de payasos, los infantes de la Isla demuestren al mundo que en Cuba no existe trabajo infantil.
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