Celebrar los 25 años del encuentro de Fidel, el 2 de abril
de 1990, con líderes de las iglesias protestantes, evangélicas y de la
comunidad hebrea de Cuba, y el aniversario 30 de la publicación del libro
Fidel y la Religión, —hechos que marcaron una nueva etapa en las relaciones
entre la Revolución, las instituciones religiosas y los creyentes—, fue el
motivo que reunió en la capital a representantes de las instituciones
religiosas y asociaciones fraternales, y a invitados de varios países que
asisten a la Asamblea de Estudios del Consejo de Iglesias de Cuba.
Con la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer
vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y del fraile dominico
brasileño Frei Betto, autor del libro se recordó su significación de un libro
que, como reza su prólogo, descorre el velo echado sobre la posibilidad de
estrechar vínculos entre cristianos y comunistas, informa el diario Granma.
En sus palabras, Frei Betto abordó las circunstancias que
conllevaron a las 23 horas de conversación convertidas en libro, y expresó
sentirse emocionado por celebrar también los 40 años de visitar Cuba, y
compartir “tantos momentos difíciles, y tantos momentos gloriosos de
conquistas” y subrayó que Fidel es en quien Dios tiene mucha fe.
Fuente:Radio Habana Cuba
Sobre la fuerza de una obra que solamente en la Isla ha
vendido 1 300 000 ejemplares y ha sido publicada en 24 países, dijo que radica
en tratarse “de una vida que pasa por la experiencia de la fe, por la
experiencia religiosa... Fue la primera vez que un jefe de Estado de un país
socialista y dirigente de un Partido Comunista se ha manifestado públicamente
de manera positiva sobre la religión. Es un libro que nos hizo comprender que
la fe es una experiencia subjetiva y también objetiva, porque es un fenómeno
social”, expresó minutos antes de entregar dos ejemplares a Miguel Díaz-Canel
Bermúdez para Fidel y Raúl.
Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de
Cuba (CIC), se refirió a la importancia de lo que es un “verdadero documento de
estudio, un material que tiene un carácter histórico inigualable”.
“Yo pienso que debe continuar siendo estudiado y leído en
los seminarios y en las universidades y en las escuelas… Sin ese libro yo no
habría logrado entender el sentido de lo que era ser un verdadero cristiano”,
afirmó.
En declaración a Granma Adolfo Ham, quien fuera presidente
del CIC y protagonista de aquel encuentro con Fidel hace 25 años, resaltó que
fue otro paso más en el camino hacia una relación de consecuencias positivas,
la cual “nos hizo pensar que teníamos que comprometernos a resolver los
problemas de la sociedad junto al Estado”.
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