Un elemento de interés en las conversaciones de esta semana en La Habana entre Cuba y Estados Unidos es que los dos países estarán representados por mujeres: Josefina Vidal Ferreiro, por la nación caribeña, y Roberta Jacobson, por el país norteño.
Las conversaciones se efectuarán el miércoles 21 y el jueves 22 de enero en el Palacio de Convenciones de La Habana, y según ha informado la Cancillería cubana, el primer día se celebrará una nueva ronda sobre el tema migratorio, y el día 22 la primera reunión sobre el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Cuba estará representada por Josefina Vidal Ferreiro, quien es Directora General del Departamento de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, mientras que la parte norteamericana estará encabezada por la Secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
En la primera etapa de las conversaciones la parte norteamericana estará encabezada por Edward Alex Lee, quien es Subsecretario asistente del Buró para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
En la reunión del jueves 22 se abordarán los principios y pasos para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de Embajadas en ambos países, y en una segunda sesión del mismo día habrá otro intercambio para abordar asuntos bilaterales, incluyendo áreas de cooperación en temas de interés mutuo.
En su intervención del pasado 17 de diciembre el presidente Raúl Castro dijo que Cuba ha reiterado en múltiples ocasiones su disposición a sostener con el gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación del pueblo cubano.
Recordó Raúl Castro que esa posición fue expresada, en forma pública y privada, por el Comandante Fidel Castro, en diferentes momentos de la larga lucha del pueblo cubano, con el planteamiento de discutir y resolver las diferencias mediante negociaciones, sin que Cuba renuncie a uno sólo de sus principios.
El propósito de Cuba es el de establecer una relación civilizada entre los dos países, como lo desea el pueblo cubano y la amplia mayoría de los ciudadanos estadounidenses y la emigración cubana en los Estados Unidos.
La posición de Cuba es diáfana: se trata de sostener con Estados Unidos un diálogo respetuoso, en igualdad y sin comprometer la independencia, soberanía y autodeterminación de la Mayor de las Antillas. Cuba no reclama a Estados Unidos que cambie su sistema político y social, pero no acepta negociar el suyo. Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, ha dicho Raúl Castro, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas.
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