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viernes, 8 de abril de 2016

Tigres avileños, a mitad del camino

por: Aliet Arzola Lima 
Debo confesar que el primer duelo final entre los Tigres avileños y los Vegueros de Pinar del Río no me dejó las mejores sensaciones. La pizarra desproporcionada, la marcada superioridad de los anfitriones y la imagen somnolienta de los retadores me hizo pensar en una cirugía rápida.Tal cosa todavía puede ocurrir, pues la tropa de Roger Machado logró otra victoria por ajustado 2-1 en un dilatado segundo partido (13 innings), y solo le restan un par de sonrisas para revalidar su corona.

Un batazo decisivo del sustituto Yoelvis Fiss con Yorelvis Charles en circulación terminó la porfía, una especie de desquite del patrullero avileño, quien no atacó una bola bastante sencilla y puso en circulación el posterior empate del duelo a la altura del séptimo episodio.


Pero el béisbol da este tipo de revanchas, y Fiss, lesionado desde hace bastante tiempo, jugando infiltrado, se mantuvo en acción durante un largo encuentro y respondió a la confianza depositada en él, pues rechinó la pelota contra las cercas del bosque izquierdo para desatar la locura en las gradas del José Ramón Cepero, delirante con la posibilidad de que su novena repita la corona.

“Ganar el juego muy importante, tenemos un 50% de la batalla ganada, el pitcheo se comportó excelente, Cano hizo un gran relevo y los cambios también rindieron frutos. Fiss jugó con una muñeca infiltrada y el corrido de Charles en la carrera decisiva es digno de reconocer, dos jugadores de mucha experiencia que se han entregado por completo”, sentenció Machado, quien aclaró que el robo de home de José Adolis García en el décimo fue iniciativa propia.

El camino hasta esos instantes conclusivos fue bien tenso, matizado por la paridad y una grata impresión de los pinareños, otra vez en liza con su habitual juego preciso, aprovechando la mínima pifia del contrario, y con dominio de sus lanzadores, vapuleados en el estreno de la serie.

Vladimir Baños se enfrascó en una prolongada lucha desde la lomita con la artillería de los actuales monarcas, quienes nunca pudieron descifrar plenamente sus envíos y solo en una entrada lograron embasar a su primer hombre en turno.

Este dominio limitó mucho las estrategias polémicas de los mentores en los dos tercios iniciales, salvo una transferencia intencional de Baños a Yorelvis Charles con par de corredores en posición anotadora, en aras de de trabajarle a Guillermo Avilés (sin jits en la final).

Lo cierto es que el zurdo granmense respondió con una soberbia línea al derecho para remolcar la primera del encuentro y la única que lograron anotarle a la cuenta del abridor vueltabajero.

“Todos los lanzadores de Pinar tienen calidad, y lograr un buen resultado depende de cómo venga uno y otro cada día. A veces te encuentras en un día malo y cualquiera te domina, o al revés, pero hoy yo me sentía bien, le pegué bien a la bola un par de veces e impulsé la carrera”, sostuvo Avilés, mucho más concentrado en sus oportunidades.

Con esa solitaria anotación caminó un espectacular Lázaro Blanco, autor de una joya de pitcheo, la mejor de toda la postemporada. Durante 7.1 episodios mandó a dormir a los pinareños, incapaces de pegarle con solidez a las combinaciones del granmense, efectivo con sus lanzamientos laterales y con un exquisito control.

Blanco tuvo dos rachas importantes de bateadores consecutivos retirados. En el primer tercio dominó a ocho por su orden, y del cuarto al octavo 11 en fila se marcharon al banco sin rayar la tarjeta, hasta que Reinier León le conectó un flojo elevado al central, en el que Yoelvis Fiss se frenó inexplicablemente cuando estaba muy cerca de la bola.

Pero si esos detalles no les valen para comprender el dominio excepcional del granmense, puedo decirles que solo un corredor le llegó a segunda base, y en cada una de las ocho entradas que abrió sacó el primer out. Sin embargo, ese único hombre que ancló en la intermedia fue el empate de los vueltabajeros, materializado por otra jugada de dos errores en un débil rolling de Denis Laza, sobre el cual pifió Raúl González y luego Charles, en el tiro a home, lanzó a las nubes.

Pero los Tigres se colgaron en los últimos seis episodios del relevista Yennier Cano, quien trabajó la mayor cantidad de entradas de su carrera. “No había lanzado tantos innings, pero me sentí fuerte, me ayudó bastante la slider lateral, la he incluido en mi repertorio, pues tirar solo rectas no conviene”, acotó el espigado relevista.

La serie se traslada hasta el Capitán San Luis, donde están pactados los próximos tres encuentros. El duelo del domingo (5:00 p.m.) tendrá como abridores a Dachel Duquesne por poner el compromiso a punto de mate para Ciego de Ávila, y Yosvani Torres por nivelar algo las acciones.


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