En su intervención ante la Conferencia de Desarme, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, recordó que el gasto militar global ascendió en el 2013 a la astronómica cifra de más de un millón de millones de dólares; mientras en el mundo la desnutrición contribuye con la muerte de casi tres millones de niños menores de 5 años.
Fuente:Radio Habana Cuba
Asimismo, uno de cada cuatro niños en el mundo tiene retardo en el crecimiento, proporción que puede aumentar a uno de cada tres en los países en desarrollo a causa de una mala alimentación.
Los gastos exorbitantes que hoy se hacen en armas, deberían destinarse a fomentar la paz, el desarrollo económico y social y una vida digna para todos los seres humanos, enfatizó el jefe de la diplomacia cubana.
De acuerdo con la UNICEF, el 2014 fue un año devastador para los niños a nivel mundial, a medida que el agravamiento de los conflictos en todo el mundo les ha expuesto a la violencia extrema y sus consecuencias, ha incrementado su reclutamiento forzado y les ha convertido en blancos deliberados de guerra.
El Fondo de la ONU para la Infancia estima que 230 millones de menores viven en la actualidad en países y zonas afectados por conflictos armados.
De hecho dieciséis MIL armas atómicas amenazan la existencia de la humanidad sin que los estados nucleares, particularmente Estados Unidos, que posee el principal arsenal del planeta, den pasos concretos y de buena fe para lograr un mundo libre de esos artefactos.
Aunque Estados Unidos prometió reducir el papel de las armas nucleares en la estrategia de seguridad, los pasos adoptados no parecen así indicarlo. El nuevo tratado Start, suscrito en 2010 con Rusia, solo reorienta prioridades y, tal como señalara Moscú, la decisión estadounidense de seguir adelante con versiones revisadas del escudo antimisiles confirma que aun no decidió asumir sus compromisos.
Washington tampoco sometió a ratificación el Tratado de Prohibición de los Ensayos Nucleares, aprobado por la ONU en 1996 y que constituye la piedra angular para el inicio del fin de la carrera de armamentos nucleares.
La humanidad demanda acciones concretas que conduzcan a un mundo libre de ese tipo de armas, pues como bien ha reiterado el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, basta que se use una ínfima parte de los actuales arsenales nucleares: 100 ojivas, por ejemplo, y se desataría el llamado invierno nuclear.
Por tanto, como bien subrayara Cuba en Ginebra, el desarme no puede ser un objetivo continuamente pospuesto.
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