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viernes, 27 de noviembre de 2015

Nueva ronda de conversaciones migratorias Cuba-Estados Unidos

por María Josefina Arce 
El venidero lunes Cuba y Estados Unidos volverán a la mesa de negociaciones para abordar entre otros aspectos la migración, un sensible tema que presenta marcadas diferencias entre las dos naciones, que no obstante tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas han tratado de mantener un clima constructivo y de respeto.

La última sesión del diálogo migratorio se celebró en enero de 2015 en La Habana, y la que correspondía a mediados de este año se pospuso hasta ahora porque habría coincidido con la reapertura de las embajadas en las respectivas capitales.


Las conversaciones migratorias tienen como base los acuerdos en esa materia de 1994 y 1995, mediante los cuales Estados Unidos y Cuba se comprometieron a mantener una migración segura, legal y ordenada.

Asimismo, los dos estados acordaron reunirse cada 6 meses para revisar la implementación de los convenios. De ahí que delegaciones de los dos países volverán a reunirse en Washington y será sin dudas, la criticada Ley de Ajuste cubano, uno de los aspectos a debatir nuevamente con gran intensidad

En reiteradas ocasiones Cuba ha expresado su preocupación por la vigencia de la política de pies secos-pies mojados y la legislación puesta en marcha en 1966, luego de haber acogido en su territorio tras el triunfo revolucionario a asesinos, torturadores, esbirros y malversadores de la dictadura de Fulgencio Batista.

Este instrumento jurídico, único de su tipo, ofrece a los ciudadanos cubanos que llegan a Estados Unidos por vías ilegales privilegios que no reciben personas de ninguna otra nacionalidad ni país.

Hasta el momento Estados Unidos no ha manifestado ningún interés en derogar una ley, que constituye el principal obstáculo a un flujo migratorio ordenado.

Y es que la Ley de Ajuste cubano continúa siendo el estímulo principal a la emigración ilegal de numerosas personas, que se convierten en víctimas de redes de traficantes de personas y del crimen organizado, tal como ocurre con los cubanos que se encuentran en estos momentos en una difícil situación en Costa Rica y otros países del área.

A lo largo de décadas la aplicación de esa ley ha puesto en peligro la vida de seres humanos, incluyendo niños, que son incitados a abandonar el territorio cubano de manera ilícita.

No obstante, Cuba siempre ha manifestado su disposición de mantener estas conversaciones que considera un instrumento útil y necesario, pero ha dejado bien claro que la eliminación de la criminal Ley de Ajuste cubano es un elemento esencial para la real y plena normalización de las relaciones entre los dos países.





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