Se trata de un logro sostenido en Cuba, donde la educación junto a la salud, reciben un presupuesto holgado aun en difíciles condiciones económicas.Como la calidad del proceso pedagógico continuará como propósito esencial, el Ministerio cubano de Educación dedicó tiempo y recursos a garantizar profesores y maestros.
por Roberto Morejón
Todavía Cuba sufre el impacto del éxodo de docentes hacia sectores más promisorios, como la economía emergente, por jubilaciones y ante la insuficiente inclinación vocacional de las nuevas generaciones hacia la pedagogía.
No obstante, la situación creada para el nuevo año lectivo es superior a la de la etapa precedente, sin que ello implique similitud de circunstancias para todas las provincias, pues La Habana y Matanzas, en el occidente, presentan más dificultades.
El órgano rector de la educación en Cuba hizo una labor acuciosa para cubrir las plazas vacantes, sobre todo con alumnos de los últimos años de especialidades pedagógicas, jubilados así como ingenieros, licenciados y técnicos de empresas.
En esencia las escuelas cubanas garantizan con sus propias fuerzas el 95,2% de la demanda territorial de maestros, un logro comparado con años anteriores.
La selección del personal para impartir clases resulta vital para cualquier sociedad ante lo que representa la adecuada formación de las nuevas generaciones.
En Cuba se enfatiza en la preparación de los maestros y constituye prioridad la enseñanza de la historia, forjar valores en los alumnos y garantizar que estos últimos mantengan una actitud positiva dentro y fuera de la escuela.
Igualmente se acometen transformaciones en el sistema de enseñanza con reajustes en el programa, enfocados en la formación del personal docente, la preparación de un estudiante integral y en que se convierta la escuela en el centro cultural más importante del barrio.
Los profesores, directores y personal auxiliar deben ser capaces de trabajar estrechamente con las familias, para, de conjunto con la comunidad, ejercer la mejor influencia sobre los colegiales.
Este primero de septiembre será de capital importancia que padres, abuelos y otros familiares reconozcan el papel de los maestros, en cuya superación se trabaja en Cuba para que cumplan su ejercicio con todas las herramientas posibles.
El hecho de que Cuba comience el año escolar con una cobertura docente mejor y de más calidad y que 21 000 jóvenes cursen carreras pedagógicas, no debe opacar la aún apremiante necesidad de acentuar la inclinación vocacional hacia tan hermosa labor.
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